viernes, 16 de noviembre de 2012

Día 7



¡Cómo pasa el tiempo! Ya llevamos una semana aquí. Hoy toca cosa ligera, no podemos más con nuestra vida. Nos hemos propuesto entrar al Central Park, que como lo tenemos al cruzar la calle lo vamos dejando y no hemos puesto los pies en él todavía. Ya se ha ido toda la nieve y hace un día estupendo de sol. Está precioso: el suelo verde y cubierto de vez en cuando por hojas marrones de los árboles; los arboles unos más verdes, otros más rojizos y otros ya marrones y con pocas hojas. Hoy es fiesta aquí, aunque no sé por qué, de todos modos al ser domingo no hay mucha diferencia. Las familias han aprovechado el día y unas juegan al baseball, otras pasean, otras suben y bajan unas rocas que hay al lado de un parquecito con forma de castillo… Conforme vas andando te vas encontrando músicos, cantantes, pintores, vendedores… ¡Y ardillas! Están tan acostumbradas a la gente que se acercan si ven que les vas a dar de comer. También hay muchos patos en los mini laguitos que hay al principio; están loquísimos, se ponen saltar y a mover las alas para echarse agua.
Hay una pista de hielo para patinar y una tienda de recuerdos del parque, de la que llama mi atención una corbata con el mapa dibujado; aquí como no existe la vergüenza te puedes encontrar cualquier cosa en las tiendas.
Llegamos a la fuente que suele salir en las películas y detrás hay otro lago donde alquilan barquitas como en el Retiro de Madrid o en la Ciudadela en Barcelona. Un poco después hay un gran grupo de gente alrededor de un grupo de negros que están haciendo un espectáculo de break dance, saltos… Son muy divertidos, aunque es el mismo tipo de espectáculo que vi en Barcelona antes de que llegaran los mossos y tuvieran que desmontar el tinglado. Acaba el show y seguimos; ya llevamos un buen rato andando, hemos hecho más de diez manzanas y creo que no llevamos ni un cuarto del parque; esto es inmenso y hay hambre. Estamos a la altura de la zona que le dedicaron a John Lennon, en frente del edificio Dakota, que creo que es donde lo asesinaron; así que nos acercamos para verlo antes de irnos. Esta lleno de gente que se echa fotos con el Imagine que hay en el suelo o que simplemente disfruta de la música de buen rollo que están cantando unos hombre que hay allí sentados.
El turismo por hoy toca su fin. Mañana más.

Día 6



El objetivo del día era hacer un auténtico desayuno americano, así que hemos ido a un bar que teníamos fichado cerca de la escuela. Teníamos para elegir huevos, bacon y cosas varias del estilo, tortillas, ensaladillas con mayonesa, muffins… pero nosotros queríamos tomar las típicas tortitas con chocolate, así que a por ellas que hemos ido ^^. Tras ponernos las botas, hemos cogido el metro para acercarnos al Brooklyn, el cual antes de ser un barrio de Nueva York era una ciudad en sí, así que imaginaos lo grande que es; digo acercarnos porque queríamos atravesar el puente de Brooklyn andando; si hubiéramos sabido el tiempo que nos iba a llevar, creo que lo hubiéramos pensado mejor… pero no ha sido el caso y ha merecido mucho la pena! Lo que más impresiona es cuando te encuentras por primera vez el puente de Manhattan ante ti. Estamos hartos de verlos en las películas y estar ahí es como si te acabaras de meter dentro de una. He aprovechado para sentarme en uno de los bancos que hay mirando hacia el trozo de mar que lo atraviesa; en el otro lado, en el Brooklyn, te encuentras edificios más normales en altura, mientras que detrás de ti aparecen los imponentes rascacielos. De vez en cuando pasa alguien corriendo o paseando con el perro y una mujer aprovecha para hacer negocio en otro banco: tiene varios vasos ya preparados con alguna bebida energética; los hombres aprovechan también para pescar y uno de ellos lleva su equipo de música montado en la bici (una radio enganchada en el centro del manillar y dos altavoces de los grandes a cada lado, curioso artefacto…). Por el puente de Manhattan no paran de pasar coches y también se ve cómo lo atraviesa el metro de vez en cuando; y por el de Brooklyn que  está al lado también se ven pasar coches, aunque menos porque está tapado por algunas partes con una lona blanca.
Preguntamos a varias personas el camino para poder subir a él; tras el huracán hay muchos trozos del camino cambiados y hasta ellos están algo perdidos. El camino peatonal de puente se encuentra encima del de los coches, está hecho a base de tablas de madera y tiene cuatro caminos marcados, si la memoria no me falla: dos para peatones (ida y vuelta) y dos para bicis (ida y vuelta), aunque la gente va tan emocionada mirando el mar, el puente,  los rascacielos, las pinturas e imanes que venden, que no se respeta la senda marcada y las bicis acaban tocando al timbre o pegando frenazos.
El día se pone feo, de vez en cuando cae alguna gota. Ya hemos atravesado el puente pero estamos rodeados de carretera y para poder salir  tenemos que seguir andando unas cuantas manzanas. Nos da hambre y decidimos buscar un restaurante italiano artesanal que hemos visto como recomendado y mientras miramos el mapa se nos acerca un hombre mayor y nos dice que mejor que no vayamos allí que las colas suelen ser de horas y nos da el nombre de varios sitios; es tanta la información que nos ha dado en tan poco rato que ya no sabemos dónde está cada sitio, así que seguimos andando en una de las direcciones que nos ha dicho. Pasamos por la puerta del italiano al que queríamos ir y llevaba razón, la cola es infumable; andamos un poco más y encontramos otro italiano justo al lado del puente de Brooklyn. También hay cola, pero la cosa va rápida y entramos a los diez minutos. Choca ver un restaurante muy bien decorado y el suelo de cemento; Sandy ha hecho destrozos por esa zona,: les ha estropeado el suelo y lo han tenido que quitar; tampoco pueden cobrar con tarjeta de crédito. Una vez llenos el estómago seguimos hacia el paseo que hay al lado desde donde se ve toda la silueta de Manhattan. A lo lejos y entre neblina se divisa la Estatua de la Libertad, la cual por Sandy está cerrada al público hasta nuevo aviso, tendremos que esperar unos días para ir. Echamos a andar para ver Brooklyn,  pero el camino para poder cruzar la carretera es largo y nos oscurece a las cinco; al no fiarnos mucho de la zona lo dejamos para otro día.

Cogemos el metro y nos vamos al Soho en búsqueda de la tienda de las Converse y de las Vans. Es gracioso lo patriotas que son en este país, en todos lados te encuentras la bandera. En la entrada de las Converse han dibujado una bandera a base de tenis rojos, blancos y azules.



Tras entrar en todas las tiendas que nos llaman la atención, hacemos una parada para llenar el estómago en un mejicano y luego en una cafetería especialista en cupcakes (magdalenas con un topping por encima); ¡Qué pinta! ¡Me las comería todas! Jejeje. Pero me contengo y me llevo una para el desayuno del día siguiente. Estamos reventados, vuelta a la residencia.

Día 5



Hoy hemos decidido jugárnosla después de clase: hemos ido a una escuela que hay detrás para conseguir entradas al Empire por 13$ y ahorrarnos otros 12 o 13$. Hemos tenido que mentir y decir que éramos de allí; lo malo que me ha tocado a mí hablar y he tenido que poner cara de que es verdad y decir que éramos nuevos y que estábamos en la clase número 12; tanto la recepcionista como la que nos ha dado los tickets nos han dicho que no nos conocían, pero parece que se han contentado cuando les hemos dicho que éramos nuevos… Un español nos había dicho que ellos lo habían hecho así y que fuéramos, pero no sabíamos que en esa escuela van 4 gatos, no como en la nuestra que hay 5 o 6 plantas! Por suerte no nos han pillado J
Hemos vuelto al sitio de la pizza a un dólar y luego hemos aprovechado para comprarnos unos Levi’s en una tienda que había en frente. Hemos vuelto a la resi a dejar las cosas y para el MOMA que nos hemos ido. A partir de las 4 es gratis los jueves; como nos han dicho que había mucha cola hemos ido para las y media y cuando hemos llegado  no la había para entrar, pero sí para dejar las mochilas, así que como consejo útil si váis: no llevéis mochila u os pasaréis mucho rato en la cola para que os la guarden, era increíble lo grande que era! Los bolsos de mujer y los de hombre pequeños son admisibles. Hemos subido directamente a la 5ª planta, que es donde está lo bueno del museo: los Van Gogh, Picasso, Munch, Kandinsky, Warhol… Es fácil saber dónde están las obras más famosas: se forma una montonera increíble delante de cada cuadro, casi que hay que sacar número para echarse una foto!
Llama la atención el arte contemporáneo: la que más me ha chocado es la de un plato de cáscaras de mejillones; la deberían haber titulado como “ponerse las botas es todo un arte”; ya sabéis, pediros unas cigalas y unos centollos y guardad las cáscaras, luego los ponéis en una vitrina, le ponéis un título y lo mandáis al MOMA o lo vendéis! Jejeje
Y otra cosa que llamaba la atención era un tío con pinta de psicópata que iba acosando a las asiáticas. Iba con la ropa raída, tenía ojos de loco, así calvo feo; hacía como que miraba un cuadro y aprovechaba cada vez que veía un hueco en un sillón con una asiática. Empezaba a preguntar que cuánto tiempo llevaban en NY, si les gustaba, por qué zona vivían y si tenían novio… Así hasta que le veían el plumero y con esa amabilidad que les caracteriza se iban y a por otra que iba. Hemos pensado hablar con el guardia de seguridad, pero de qué iba a servir si no estaba haciendo nada malo…
El museo nos ha llevado mucho tiempo, y más que necesitaría para verlo bien del todo. Regresamos a casa.

Día 4



Corro la cortina de la habitación y me encuentro todo blanco… Ha cuajado la nieve, puedo verlo en el trocito de Central Park que se ve desde la habitación y en las terrazas colindantes. Me abrigo bien, leggins debajo de los vaqueros, camisetas térmicas, guantes gorro… Hoy todo es poco. Las calles ya estaban limpias de nieve, era de esperar, cuando nos recogimos ayer estaban echando sal y pasando los quitanieves, pero el Central Park se ve blanco entero. Vamos tarde a clase, así que decidimos asomarnos por la tarde.
La clase sigue en sus trece. Sigue amenazando a la gente con ponerle falta si no repiten las frases que ella lee en voz alta, requisa móviles, regaña siempre por lo mismo… Parece mentira que la gente tenga veinti y treinta algo; es como estar en una escuela…
Hoy hemos decidido acercarnos a un sitio donde ponen porciones grandes de pizza por 1$ y dos trozos más soda (cualquier refresco con gas) por 2,75$ (toda una ganga en NY), vamos a equilibrar los gastos de estos días. Da igual que te pongas a hablar inglés, al final acabas hablando español en casi todas las tiendas; hasta el que menos latino parece lo es.
Ya con el estómago lleno nos hemos acercado al World Trade Center. Muchos bancos, muchos rascacielos y lo del Memorial del 11S cerrado por los daños del huracán. Así que hemos ido a un outlet que había al lado a ver qué había. Mucha ropa tirada de precio pero pasada bastante de moda; si se llevaran los pantalones de campana sería toda una ganga… Había muchas marcas, hasta vestidos mega caros con un 80% de descuento que siguen valiendo 800€ y cosas así. Demasiada ropa apilada en las perchas para encontrar algo, era como un mercado pero de marcas, así que no he visto nada porque yo con la ropa así me agobio. Bueno miento, me he comprado una bufanda y porque estaban muy bien puestas y me ha gustado una ^^
Estamos cansados de tanto andar y no parar estos días, terminamos el día por hoy, pero no sin antes pasarnos por el Central Park. Lo han cerrado para que no haya accidentes con las ramas o por resbalones, o eso creemos, así que nos conformamos con verlo por fuera.

Día 3



La profe nueva tiene para rato. Ayer decía de que se respetaran las diferentes culturas de clase y va ella hoy y se mofa algo de los musulmanes porque dice que como se tapan la cara las mujeres que a saber con quién se casan. Va y se tapa la cara y dice “mira que guapa soy”, jajaja. Está como una cabra xD Y luego nos ha contado algunas anécdotas de cuando estuvo en China; dice que se fue ella tan feliz a un super su primer día y vio unas frankfurts y se las compró, que las comió y que eran algo diferentes;  a los días alguien le dijo que estaban hechas de carne de perro… >.< Y que otro día fue y cogió un bote de lo que ella creía que era una macedonia y que cuando abrió la lata para comérsela se encontró una vela, jaja. Si alguien va a China que se ande con cuidado!
Hoy hemos vuelto a comer al Café del Sol, donde te pesas la comida; rica ensalada de mozarella, rica lasaña y rica pica! Para que luego digáis que aquí sólo se comen hamburguesas!! La profe se enfada cuando alguien dice que la comida americana son hamburguesas, odia que la imagen de América sea esa y todo convencida te dice: “¿Qué os pensáis que sólo es americano las hamburguesas? ¡También tenemos la pizza! Jajaja, en fin…
Hoy se esperaba nieve y hacía mucho frío. Se ha pasado la mañana lloviendo, así que hemos decidido ir a un museo, ha tocado el Museo de Historia Natural de América. Es un museo enorme, tiene animales disecados, cosas étnicas, minerales, un planetario… En él te ponen que la entrada vale 14$ o así, pero como nos la conocemos todas sabíamos que puedes pedir una entrada por donativo, así pagas lo que quieres y te dan el ticket aunque pagues un dólar (lo mismo ocurre con el Metropolitan).
Cuando hemos salido estaba nevando y ¡había cuajado algo! La felicidad ha podido con nosotros y nos hemos ido de excursión a la zona del Times Square. Hemos entrado a la tienda del M&M’s. Imaginaos tres plantas sólo para el chocolate! Casi todos los dependientes son negros, yo creo que es porque tienen que bailar de vez en cuando y son a los que mejor se les da; y la música que ponen es también negra. Se respira felicidad y huele bastante a m&m’s, así que no es de extrañar que hayamos salido todos con una bolsa ^^ Tienes tubos en la pared, cada uno tiene un color y tú te  vas eligiendo los que quieres (incluso hay una máquina en la que te pones, te escanea y te dice cuál es tu color). Venden de todo, hasta una chupa de 3000$!!
Cuando nos ha dado hambre hemos ido a buscar un sitio para cenar y hemos acabado en un bar con especialidad en hamburguesas. Te dan un papel en el  que tú lo eliges todo: primero el tipo de carne que quieres (pollo, ternera, cerdo, vegetariana), luego los acompañantes (desde el típico tomate, hasta piña! Yo me la he pedido con piña y delicious!), luego el queso (15 tipos de queso si no más), la salsa (el jugo, mostaza, kétchup…) y por último, el tipo de pan. Si alguien viene que se pase por ahí, creo que se llama The Hamburguer Counter, o algo así…).

Ya satisfechos, hemos vuelto a la resi.